
Para determinar si un reemplazo de rodilla es adecuado para ti, un cirujano ortopedista evalúa la amplitud de movimiento, la estabilidad y la fuerza de la rodilla. El uso de rayos X ayuda a determinar el grado del daño.
Tu médico puede elegir entre una variedad de prótesis de reemplazo de rodilla y técnicas quirúrgicas en función de tu edad, tu peso, tu nivel de actividad, el tamaño y la forma de la rodilla y tu salud general.
La decisión de hacerse una cirugía de reemplazo total de rodilla debe ser una decisión colaborativa entre usted, su familia, el médico de atención primaria y el cirujano ortopédico. Su médico puede derivarlo a un cirujano ortopédico para que le haga una evaluación minuciosa y determinar si usted podría beneficiarse de esta cirugía.
Hay varios motivos por los que su médico podría recomendar la cirugía de reemplazo de rodilla. Las personas que se benefician del reemplazo total de rodilla, a menudo, tienen lo siguiente:
No hay restricción de edad ni de peso para la cirugía de reemplazo total de rodilla.
Las recomendaciones para la cirugía se basan en el dolor y la discapacidad del paciente, no en la edad. La mayoría de los pacientes que se someten a un reemplazo total de rodilla tienen entre 50 y 80 años, pero los cirujanos ortopédicos evalúan a los pacientes de manera individual. Se han hecho reemplazos totales de rodilla con éxito en pacientes de todas las edades, desde jóvenes adolescentes con artritis juvenil hasta pacientes ancianos con artritis degenerativa.
Como cualquier cirugía, la cirugía de reemplazo de rodilla conlleva riesgos. Estos son algunos de ellos:
Informa de inmediato al médico si observas lo siguiente:
Los reemplazos de rodilla infectada suelen requerir cirugía para remover las partes artificiales y antibióticos para eliminar las bacterias. Después de eliminar la infección, se realiza otra cirugía para colocar una rodilla nueva.
Una evaluación con un cirujano ortopédico consiste de varios componentes:
El cirujano ortopédico revisará los resultados de su evaluación con usted y analizará si el reemplazo total de rodilla es el mejor método para aliviar su dolor y mejorar su capacidad para hacer las actividades diarias. También se considerarán y se analizarán otras opciones de tratamiento, como medicamentos, inyecciones, fisioterapia u otros tipos de cirugía.
Además, el cirujano ortopédico le explicará los posibles riesgos y complicaciones del reemplazo total de rodilla, incluidos aquellos relacionados con la cirugía y aquellos que pueden ocurrir con el tiempo después de esta.
Tu médico o anestesiólogo puede aconsejarte suspender determinados medicamentos y suplementos dietéticos antes de la cirugía. Probablemente, te indicarán que no comas nada después de la medianoche el día de la cirugía.
Prepárate para la recuperación
Es probable que, durante varias semanas después del procedimiento, necesites usar muletas o un andador; por lo tanto, procura hacer los arreglos necesarios para contar con ellos antes de la cirugía. Asegúrate de contar con un transporte para regresar a tu hogar al retirarte del hospital y de tener ayuda con las tareas cotidianas, como cocinar, bañarte y lavar la ropa. Si vives solo, el personal del cirujano o el planificador del alta hospitalaria pueden recomendarte un cuidador temporal.
Para que te resulte más seguro y fácil movilizarte por tu casa durante la recuperación, te recomendamos hacer lo siguiente:
Un factor importante para decidir si se hará la cirugía de reemplazo total de rodilla es entender lo que el procedimiento puede y no puede hacer.
La mayoría de las personas que se hacen la cirugía de reemplazo total de rodilla experimentan una gran reducción del dolor de rodilla y una importante mejoría en la capacidad para hacer las actividades diarias habituales. Sin embargo, el reemplazo total de rodilla no le permitirá hacer más de lo que podía hacer antes de tener artritis.
Con el uso y la actividad habituales, todos los implantes del reemplazo de rodilla comienzan a desgastarse en el espaciador de plástico. La actividad o el peso excesivos pueden acelerar este desgaste habitual y pueden hacer que la rodilla reemplazada se afloje y produzca dolor. Por lo tanto, la mayoría de los cirujanos recomiendan evitar las actividades de alto impacto, como correr, trotar, saltar y otros deportes de alto impacto por el resto de su vida después de la cirugía.
Las actividades realistas después del reemplazo total de rodilla incluyen caminar sin límites, nadar, jugar al golf, conducir, hacer senderismo liviano, andar en bicicleta, practicar baile de salón y otros deportes de bajo impacto.
Con la modificación adecuada en las actividades, los reemplazos de rodilla pueden durar muchos años.
Generalmente se pueden reanudar las actividades diarias, como hacer las compras y tareas domésticas leves, entre tres y seis semanas después de la cirugía. También puedes conducir alrededor de tres semanas después si puedes doblar la rodilla lo suficiente como para sentarte en el automóvil, si tienes suficiente control muscular para manejar los frenos y el acelerador y si ya no tomas analgésicos narcóticos.
Tras la recuperación, podrás realizar diversas actividades de bajo impacto, como caminar, nadar, practicar golf o ciclismo. Sin embargo, debes evitar hacer actividades de mayor impacto, como trotar, esquiar, jugar al tenis y practicar deportes de contacto o salto. Habla con el médico sobre tus limitaciones.
Actualmente, más del 90 % de las personas con reemplazo total de rodilla siguen teniendo una buena función 15 años después de la cirugía. Seguir las instrucciones del cirujano ortopédico después de la cirugía y tomar precauciones para proteger la rodilla reemplazada y su salud general son maneras importantes en las que puede contribuir al éxito final de la cirugía.
Fuente: https://www.orthoinfo.org/es/treatment/reemplazo-total-de-rodilla-total-knee-replacement
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